Llegamos al final de esta serie de artículos sobre los útiles que necesita todo escritor hablando de esos complementos físicos que nos ayudarán en nuestra tarea. En esta ocasión no se trata de programas informáticos o páginas web, sino de útiles de apoyo que, principalmente, servirán para hacernos las cosas más cómodas y combatir los problemas derivados de un trabajo que requiere muchas horas de dedicación.
Complementos
Reproductor de ebooks: ¿Quién no se ha sentido agotado tras horas y horas frente al ordenador, leyendo y revisando manuscritos? La tarea de corrección es, generalmente, muy pesada, y poco agradecida cuando se limita a mirar un monitor. Por muy acostumbrados que estemos, para nuestros ojos resulta incómodo y antinatural leer en una pantalla iluminada. Conforme pasan las horas se nos cansa la vista y perdemos atención, con lo que el trabajo de revisión se resiente. La solución, hasta hace bien poco, era imprimir el manuscrito y revisarlo en papel, anotando los posibles cambios. Pero esta es una mala opción, porque el proceso de corrección suele dividirse en etapas y sesiones, con lo que es necesario imprimir varias veces el manuscrito, un dispendio económico en tinta y papel enorme a la larga. Con la llegada de los reproductores de ebooks, todo esto ha cambiado. Ahora basta con convertir el manuscrito a un formato que estos puedan leer y realizar dicha lectura de revisión en el aparato, algunos de los cuales aceptan incluso la inclusión de notas. Del mismo modo, resulta muy útil si necesitamos documentarnos, pues se pueden consultar en él los artículos descargados de la red. La gama de reproductores es amplia, así que no resultará un problema para nadie encontrar el dispositivo adecuado a sus posibilidades económicas. Una inversión que se amortiza pronto.
Teclado ergonómico: Las largas sesiones tecleando son una carga para nuestras muñecas, sobre todo si se convierte en una tarea diaria. Es lo que se llama «síndrome de estrés por repetición», y puede derivar en enfermedades como la tendinitis o la tenosinovitis. Para combatir en lo posible estos efectos, además de la variación de movimientos, es adecuado el uso de un teclado ergonómico que favorezca la postura de las manos.
Muñequera ergonómica: Es una opción al teclado ergonómico, que tiene como ventaja su menor precio y la posibilidad de utilizarse para otras tareas aparte del tecleado, por ejemplo, el uso del ratón o de un mando de videojuego. Se trata de una muñequera con la parte inferior acolchada, y habitualmente confeccionadas en tejidos transpirables. Yo dispongo de un par como la que os dejo enlazada y puedo afirmar que son muy cómodas. Uno se olvida de que las lleva hasta el punto de que en más de una ocasión he salido de casa con ellas.
Guantes calefactores: Cuando el invierno ataca con fuerza, y si nuestro lugar de trabajo no está debidamente acondicionado para evitar por completo las bajas temperaturas, suele ocurrir que nuestras manos se resienten por el frío. A mí me ocurre con mucha frecuencia. Los dedos se me entumecen y pierdo destreza con los dedos. Hace un tiempo descubrí una solución mucho mejor que los clásicos mitones: los guantes calefactores. Como los mitones, tienen los dedos libres, y también suelen ser de lana, pero disponen de una resistencia eléctrica que se calienta una vez conectados los guantes al ordenador, vía puerto USB. El cable generalmente suele ser lo bastante largo para que no resulte una molestia. El calor que produce es leve, en ningún momento llega a molestar, pero basta para erradicar la gelidez de las manos. Este práctico útil, además, tiene un precio muy bajo.
Libreta de notas: Y para acabar el artículo, ¿qué mejor que el más básico de los útiles? Porque por mucha tecnología que utilicemos, hay cosas que siempre resultarán necesarias. Una pequeña libreta de notas y un bolígrafo serán siempre los mejores compañeros del escritor. Cuando llegan las ideas, habitualmente cuando no estamos frente al ordenador, el autor debe apuntarlo de inmediato, antes de que ese pensamiento de oro se esfume. Nunca, nunca vuelve a nuestra mente con la misma forma. Así que ya sabéis, llevadla siempre con vosotros. Nunca se sabe cuándo se os ocurrirá esa frase genial, ese giro argumental que dará fuerza a vuestra historia.