Como hemos ido viendo a lo largo de los artículos anteriores, si hacemos las cosas siguiendo un método profesional las posibilidades de contactar con una editorial aumentan. Has conseguido que un sello acepte un primer material para valorar la posibilidad de publicar tu novela. Entre lo que te piden está un elemento que en muchas ocasiones no valoramos en su justa medida: la sinopsis de la obra. Veamos algunas consideraciones para conseguir una buena sinopsis.
En el fondo, un editor no deja de ser un lector más, aunque mucho más estricto ya que de sus decisiones depende las grandes inversiones económicas que haga su editorial. Pero su punto de vista es el de tratar de ponerse en el lugar del lector comprador para saber qué libros le pueden gustar y por tanto son una inversión aceptable. ¿Y qué hacemos todos nosotros cuando entramos en una librería y empezamos a ojear los libros? Lo primero que nos llama la atención es la portada, pero aquello que nos decanta a comprar un libro u otro es, en efecto, la sinopsis. Es la primera gran piedra de toque que hará que un lector compre o no tu libro.
¿Cómo debe ser una buena sinopsis? La respuesta rápida es: tiene que enganchar, incitar al lector a comenzar a leer (en este caso, al editor). Pero esto no deja de ser una obviedad. La cuestión es ¿cómo lo conseguimos? En mi opinión hay que apelar a las emociones, esto es, conectar con el lector de un modo u otro. Si tu novela trata sobre una historia donde se dirime el destino de todo un mundo, debes transmitir esa sensación de épica; si estás tratando de colocarle al editor un thriller, tienes que escribir la sinopsis con un aire que sugiera intriga; y si pretendes atraparle con una novela de humor, debes arrancarle una sonrisa.
Pero mejor lo vemos con un ejemplo real:
“Lantana es una ciudad en crecimiento, u reducto de prosperidad en medio de un país en crisis. Nacho es un islote enclavado en un océano de existencias con las que no consigue empatizar, cuyo vínculo no sabe reconocer. Los contrastes entre Lantana y Nacho los abocaba a cruzarse en el camino. Pero un misterio mucho mayor, unas fuerzas que sobrepasan la ciudad, la inmensidad de su desierto, a Nacho y al resto de sus habitantes, está a punto de desencadenarse y aflorar desde la profundidad insondable de un pozo que los reclama con avidez.”
Esta sinopsis está extraída del libro “Lantana. Donde nace el instinto” (Darío Vilas, Dolmen Editorial), y es un ejemplo perfecto de lo comentado. «…un islote enclavado en un océano de existencias…»; «…un misterio mucho mayor, unas fuerzas que sobrepasan la ciudad…»; «…está a punto de desencadenarse…» Cada frase está hecha para crear una sensación, para atrapar. En apenas un párrafo se da un esbozo de la historia que apela a la intriga, se presenta al protagonista y su conflicto personal, el entorno donde ocurrirá todo, y se muestra el tono de la historia de un modo cautivador. Y todo ello sin desvelar los detalles de la trama. Es una sinopsis, en mi opinión, perfecta en relación a la obra.
¿Qué premisas tenemos que seguir para crear una sinopsis como esta? En el próximo artículo te daré una serie de consejos y pasos concretos que te servirán como base para esta tarea.