Sé que lo digo muy a menudo, pero dejadme que lo repita una vez más: vivimos tiempos de cambio en el mundo literario y editorial. Mi opinión es conocida al respecto: no sé muy bien cómo, pero los modelos tradicionales deben cambiar y adaptarse a la nueva realidad. Al mismo tiempo, soy un firme defensor de las editoriales (cuando estas hacen bien el trabajo que se supone deben hacer). ¿Existe un equilibrio pues? Tal vez, y hay algunos valientes que se atreven a buscarlo, a arriesgarse. Es el caso de Amalia López, editora de Sinerrata, una editorial que lanza sus libros exclusivamente en formato digital. En esta entrevista nos contará sus opiniones al respecto del actual panorama editorial.
·Con la que está cayendo, con un mercado literario sumido en la confusión, donde nadie sabe hacia dónde irán las cosas, se os ocurre crear una editorial basada solo en la venta de ebooks. O tenéis muy claras las cosas o sois muy temerarios (o ambas cosas). ¿Por qué esta decisión tan drástica, en apariencia?
·La decisión en realidad no es tan drástica, o al menos a mí no me lo parece, sino que surge a partir de un cúmulo de circunstancias bajo las cuales parecía la solución más adecuada. Sinerrata empieza a gestarse en 2011, cuando la edición digital ya era una realidad en Estados Unidos e Inglaterra y yo hacía tiempo que, como profesional y como lectora, era “usuaria” del formato y creía en él como opción de futuro. Hacía tiempo que buscaba la forma de comenzar un proyecto editorial en el que darle voz a autores noveles en español y en esos momentos, además, vivía fuera de España, así que una editorial digital, que me permitiera gestionarla desde cualquier lugar, con un equipo de colaboradores que tampoco tenían que estar localizados en un sitio concreto, y con una menor inversión inicial para compensar el mayor riesgo, era la respuesta ideal.
·¿Qué obras ofrecéis? ¿Todo tipo de géneros, autores nacionales, extranjeros, conocidos, noveles…?
·Nuestro foco está en los autores noveles, aunque también contamos con algún veterano en nuestro catálogo, y en español, de ambos lados del Atlántico. En cuanto al género, nuestro núcleo es la ficción literaria pero también estamos desarrollando una colección de novela negra que nos está dando muchas satisfacciones.
·Ya retraté mi opinión al respecto en mi artículo “8 razones para amar los ebooks”, pero me gustaría tu opinión al respecto. ¿Cuáles son para ti las ventajas del formato digital frente al tradicional en papel?
·Para mí las ventajas del libro electrónico son muchas, pero antes de enumerarlas me gustaría decir también que ni creo ni me gustaría que esté sustituyera al papel. Creo que, al menos de momento, hay lugar y sentido para los dos formatos. El ebook te permite llevar una biblioteca entera en un objeto de 300 gr, con la gran ventaja que eso supone para viajar, leer varias cosas a la vez, tener información de referencia siempre a mano. A mí solo eso me ha cambiado la vida, ya no he vuelto a irme de vacaciones con más libros que ropa en la maleta… Otra de las grandes ventajas, en mi opinión, es la posibilidad de consultar el diccionario mientras lees, sin tener que cargar con otro libro, claro. También en mi caso, me ha sido fundamental para perfeccionar mi conocimiento de otros idiomas que sé que no hubiera aprendido si no hubiera sido por la lectura y el fantástico diccionario de holandés de mi Sony. Pero ya saliendo de ejemplos particulares, de los que podría poner más, la mayor ventaja de la digitalización la veo en la globalización y la “democratización” del acceso a la información y la lectura. Poder consultar fondos bibliográficos de cualquier parte del mundo o tener a mi disposición casi cualquier libro publicado a golpe de clic (y de tarjeta de crédito) me parece una maravilla.
·¿Y las desventajas?
·Se pierde el valor sentimental y físico del libro como objeto. Mis estanterías son también un viaje por momentos y situaciones de mi vida, cada libro que hay en ellas es también un recuerdo y una historia más allá de sus páginas. Los que están en mi biblioteca digital también, pero esos no los puedo recorrer físicamente.
·El precio es, quizás, el principal caballo de batalla del ebook. ¿Cuál crees que es el precio justo para un libro digital? ¿Cuánto recibe el autor de las ventas en vuestro caso?
·Para empezar, creo que el precio de un libro digital tiene que ser en cualquier caso más bajo que el de su equivalente en papel, pero partiendo de ahí me resulta difícil establecer un precio “justo”, en genérico. Como cualquier producto que está en el mercado, su precio depende de infinidad de factores: inversión, gastos (que serán mayores o menores en función de si es exclusivamente digital o si se publica en ambos formatos, con costes compartidos), percepción del valor por parte del público (no es igual en el caso de un libro de un autor reconocido que en el de un novel), exclusividad, sistema de propiedad (si no tiene DRM y el archivo es descargable y 100% tuyo o lo compras en una plataforma que “te lo guarda”) o incluso género.
Nosotros pagamos a nuestros autores el 25% del precio de venta.
·Algunos señalan que el cambio debería ser incluso más profundo, que deberían implementarse nuevas formas de hacer negocio con la literatura. Streaming con tarifa plana, financiación mediante publicidad con coste cero para el lector (imitando a las webs de descargas ilegales), mecenazgo… ¿Qué opinas al respecto?
·Estoy totalmente de acuerdo. El formato permite nuevas formas de distribución, comercialización y lectura, y, aunque creo que no todos los modelos son válidos para todos los casos y situaciones, desde luego hay que explorar y experimentar.
·¿Y de los que dicen que las editoriales son prescindibles, que son un intermediario innecesario entre el autor y el lector?
·Como en la respuesta anterior, creo que ambas opciones son perfectamente válidas: autopublicación y publicación en una editorial. Obviamente, opino que el editor hace una labor muy importante, creando catálogo, aportando calidad y pulcritud a las obras, conectando a los autores con los lectores, pero tampoco creo que sea imprescindible. Hay autores, y obras, que necesitan de ese trabajo editorial, o prefieren trabajar de esa manera, y otros que optan por prescindir del editor y son muy capaces de gestionar ellos mismos el proceso.
·El problema (o al menos uno de ellos), es que incluso con precios bajos hay descargas ilegales, como se demuestra con la piratería de ebooks autopublicados disponibles en otras plataformas por menos de 1 euro… ¿No temes estar dándole facilidades al que hace negocio con los contenidos protegidos por derechos de autor?
·En realidad, no. Nosotros publicamos para los lectores, para los que valoran la lectura y están dispuestos a pagar por los contenidos y respetarlos, y es en ellos en quienes pensamos.
·En algo en lo que todos coincidís, como nos comentaba David Fernández (Director Comercial de Lektu), es en que el DRM (protección anti-copia) es un obstáculo a erradicar…
·Sin ninguna duda. Siguiendo con la reflexión anterior, el DRM penaliza precisamente al lector que respeta los derechos de autor, al que nosotros nos dirigimos; no tiene ningún sentido. Además, pedagógicamente es una aberración, es presuponer que todo comprador en un “pirata”.
·¿Sentís una gran competencia en este nuevo camino? Es difícil igualar los precios de autores autopublicados…
·La competencia para una microeditorial como sinerrata es enorme. Tenemos por un lado a los autores autopublicados con precios que no podemos igualar si queremos seguir editando y por otro a las grandes con todo su aparato de marketing. Es un trabajo de fondo que requiere persistencia: encontrar, prácticamente uno a uno, a esos lectores que buscan calidad y nuevas propuestas y convencerlos con nuestros libros.
·Muchas de las editoriales tradicionales (no solo en nuestro país, sino en otros mercados) argumentan que un mercado editorial basado exclusivamente en la comercialización del ebook no puede ser sostenible. ¿Cuál es tu opinión según vuestra experiencia con la editorial?
·Mi opinión es que el mercado editorial tal como está planteado ahora no es sostenible solo con las ventas digitales, de ahora. Creo que la industria y el mercado irán evolucionando hacía un mayor protagonismo del libro electrónico y habrá que ir haciendo ajustes por el camino. En cuanto a nuestra experiencia, lo cierto es que a día de hoy la editorial no es rentable porque el nivel de ventas aún no es suficiente, aunque esto no es solo consecuencia de nuestro carácter digital sino de ser muy pequeños y trabajar con autores poco conocidos. Pero como decía un poco más arriba, tenemos claro que esta es una carrera de fondo.