Hay escritores que se dejan llevar por el destino y otros que lo buscan, que pavimentan su propio camino. Que prueban, experimentan y se arriesgan, pero con mente analítica. Entre estos últimos yo incluiría al entrevistado de hoy, Miguel Ángel Moreno. Tal vez en España su nombre no suene tanto, pero en Latinoamérica lo conocen por su saga de novelas de ciencia-ficción “Praemortis”, que tuvo una buena acogida al otro lado del charco. Y, a pesar de ello, este autor madrileño ha dado un giro de 180 grados lanzándose a la autopublicación en Amazon. De todo esto hablaremos con él.
·Tu situación como autor siempre me ha parecido muy particular, Miguel Ángel: publicaste tu primera novela, “La vidriera carmesí”, nada más y nada menos que con Grupo Nelson, la división hispana de la sexta editorial más poderosa de Estados Unidos, Thomas Nelson. Comenzar en un grupo editorial de semejante envergadura no es algo habitual.
·No es habitual, es cierto. Agradezco a Nelson que se fijara en mí. Lo cierto es que no esperaba que lo hicieran, ya que es una editorial que publica a autores que encabezan las listas del Times, y que distribuye por todo el continente americano. Pero no sólo me publicaron, sino que me trataron muy bien. Mis novelas han sido distribuidas por casi toda América Latina, y alcanzado a miles de lectores.
·Con Grupo Nelson publicaste las dos novelas por las que más se te conoce, “Praemortis. Dioses de carne” y “Praemortis. Descenso”. Ambas fueron un éxito en Latinoamérica y entre los lectores de habla hispana de EEUU, pero en España pasaron sin pena ni gloria. ¿Cómo se lleva lo de no ser profeta en tu tierra?
·Al principio mal, la verdad. Podía decirle a todo el mundo que era escritor y que vivía de ello, pero cuando me preguntaban dónde adquirir mis novelas me encogía de hombros. Praemortis llegó a España, pero en una tirada pequeña que sólo alcanzó las grandes superficies, y que se agotó enseguida. Mientras, en América se vendían miles de ejemplares y las buenas críticas iban llegando. Es raro, pero ya me he acostumbrado.
·Resulta sorprendente que después de cuatro novelas con la misma editorial, y cosechando un aceptable éxito de ventas, de pronto anuncies que das el salto a la autopublicación. ¿Cuáles fueron las razones de esta decisión tan drástica?
·Pues han sido varias. Por un lado, escribí una novela que no se ajustaba a la línea editorial de Nelson: La Costilla de Caín. Por otro, tenía ganas de que mis historias se leyeran en España. Escribí esta novela, como digo, y conseguí que una agencia me avalara, pero su trabajo no fue bueno, así que tras un año de inamovilidad decidí que no quería esperar más. Por aquel entonces me había estado informando de la autopublicación y conocía a algunos buenos escritores del ramo, así que me decidí a probar.
·E inicias tu andadura en las tiendas Amazon con la tercera parte y conclusión de tu saga “Praemortis”, a la que siguió una nueva obra ya lejos de estos mundos futuros. “La costilla de Caín” transcurre en el Madrid de 1915. Háblanos un poco de esta historia.
·La costilla de Caín Es una novela de estilo gótico. En efecto, está ambientada en el Madrid de 1915. Narra las andanzas del profesor John M. Baldinger, un controvertido biólogo que hereda el carácter de personajes como Guillermo de Baskerville o Alan Quatermain. Baldinger, ayudado por el fracasado actor de teatro Raul Sibeud, tendrá que resolver el misterioso asesinato del diplomático francés Enric Mantey. Sin embargo, la novela va más allá de un mero relato detectivesco, y se adentra en una aventura en la línea de los mitos de Lovecraft. El lector va a encontrarse una historia llena de sorpresas, en una mezcla de mitología, leyenda y acción, encuadrada dentro del Madrid de época.
·Siempre he defendido la necesidad de un trabajo de edición, sin importar el formato de publicación de una obra. ¿Has realizado dicha tarea de edición en tus novelas autopublicadas? ¿En qué ha consistido?
·Así es. Deseaba que mis novelas, aunque autoeditadas, estuvieran disponibles en formato papel, así que me dispuse a aprender maquetación. He realizado un trabajo sencillo, sin florituras, pero el resultado es bueno. Además, conté con un profesional para el diseño de la portada (estoy aprendiendo a diseñar, pero admito que no tengo mucho gusto estético) y con varios correctores de estilo. He buscado en todo momento que la novela tenga un buen acabado, igual que si hubiera salido de una editorial.
·Se podría decir que tu camino en la autopublicación tiene otro objetivo paralelo, aparte de la faceta puramente comercial. A través de tu blog estás trasladando a tu público esta experiencia, paso a paso, mes a mes, a la vez que realizas una análisis objetivo de tu aventura en Amazon. ¿Por qué has decidido compartir esta información, sabiendo que son datos que habitualmente los autores se reservan?
·El mundo del artista tiene sus trucos: uno de ellos es mostrar los logros de lo que se va consiguiendo. Puede que se trate de logros pequeños, pero las redes sociales se encargan de amplificarlos. Quienes nos dedicamos a esto hemos visto la trampa, el truco. Sin embargo, con mi trayectoria como escritor autoeditado me he propuesto un experimento: cada primer jueves de mes publico en mi blog los avances reales de mi trayectoria como independiente; las ventas, los proyectos, las entrevistas, las estrategias… todo, con pelos y señales. Sin adornos ni efectismos.
·¿Has sacado alguna conclusión de este análisis?
·Que la carrera del escritor independiente es muy dura. Hay que promocionarse mucho y no hay una estrategia clara de éxito. Parece que, como en el mundo de la publicación tradicional, funciona tener más de una novela autoeditada y disponer de un buen portadista. Al final, lo que entra por los ojos es lo primero que se ve —la portada—, con independencia de lo que se halle en el interior. Pero aun con una buena portada, hay que enfrentarse a mucha competencia, y no toda es leal. El mundo de Amazon y el de la publicación tradicional tienen sus diferencias, sí, pero son cercanos en muchos puntos.
·Has saboreado ambos estilos de publicación: el tradicional con editorial y la autopublicación digital. A día de hoy, ¿con cuál te quedas? ¿Por qué?
·Me quedo con ambos. Querría seguir publicando novelas al modo tradicional, pero también continuar con la autopublicación. He sido muy bien recibido por los escritores independientes, y la autoedición ofrece ventajas que el mundo tradicional no tiene: publicar cuando uno lo desee, de forma rápida y sencilla, y poner el precio que se quiera a las novelas. Por otro lado, la publicación tradicional sigue envuelta en ese halo de calidad (falso en muchas ocasiones) que los escritores independientes, por desgracia, aún no tienen. Así pues, no deseo ser ni independiente ni tradicional, sino una especie de híbrido.
Visita el blog de Miguel Ángel Moreno en
http://palabrainventada.blogspot.com.es/