Ayer concluyó la primera fase del I Concurso Literario Online de Autores Indies convocado por Amazon España y el periódico El Mundo. Durante más de dos meses cientos de autores independientes han competido por quedar finalistas en este nuevo certamen, con la esperanza de que conseguir su gran oportunidad. No es para menos, pues los premios son muy suculentos: a uno de los ganadores le espera la publicación con la editorial La Esfera de los Libros, y al otro la publicación en lengua inglesa por parte de la propia Amazon. Ahora se abre un plazo de quince días para elegir a los finalistas y anunciarlos antes de la consiguiente valoración final en pos de esos dos afortunados.
Sin embargo, la polémica no ha estado ausente del certamen. Por una parte, se han alzado muchas voces contra los criterios para elegir a los cinco finalistas. Las bases del concurso rezan así: “A los 15 días siguientes al cierre del Concurso, después del período especificado en la sección 4, cinco finalistas serán seleccionados exclusivamente por Amazon entre los Participantes con base en una serie de criterios diversos (tales criterios a determinar únicamente por Amazon), incluyendo, pero no limitados al número de ventas y comentarios de los clientes”. Los más críticos alegan que se deja de lado la calidad literaria para poner por delante las ventas de las obras participantes, y que en realidad no se va a premiar al mejor autor, sino al que mejor sepa venderse. ¿Es un certamen literario, pues, o comercial?
No obstante, ha sido durante los últimos días cuando ha saltado la polémica más agria. El 3 de julio, dos semanas después del inicio del certamen, apareció en la edición digital del periódico El Mundo (co-organizador del concurso) un artículo dedicado al escritor Fernando Gamboa, participante en el certamen. El reportaje pasó desapercibido hasta los últimos días del concurso, cuando ciertos autores participantes empezaron a hablar de trato de favor, de promoción en detrimento de los rivales de Gamboa.
Antes de emitir juicio alguno, cabe tener en cuenta un dato: en el punto 7 de las bases, dedicado al manejo de la información personal de los participantes, se hace mención a que la organización podrá “divulgar y dar a conocer el contenido del Concurso. En particular, dichos fines promocionales pueden incluir la publicación de su fotografía en medios de comunicación (televisión, periódicos, etc…), en anuncios estáticos o en comunicaciones electrónicas (correo electrónico, etc…), en medios de comunicación online (websites, redes sociales, etc…) y en websites operadas por Amazon o una de sus filiales en todo el mundo”. Vemos por tanto que las bases ya preveen la posible utilización de los participantes con fines promocionales para el certamen.
Aún así, la situación suscita varias preguntas lógicas: ¿Resulta discriminatorio que el co-organizador del concurso le dedique un artículo a uno de los participantes durante la celebración de dicho certamen, y no al resto? O, por el contrario, ¿legitima la cláusula 7 de las bases la actuación de El Mundo? Prefiero que sea el lector quien realice cualquier reflexión.
En la segunda parte del artículo veremos qué opina el afectado principal de toda esta polémica, Fernando Gamboa, que ha tenido la deferencia de responder a las preguntas que le he planteado.
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