Artículo de opinión, Mundo Literario

¿Se puede medir la calidad de un libro? (I)

¿Qué hace que una canción nos guste más o menos? ¿Por qué esa película que todo el mundo desprecia a nosotros nos encanta? No es sencillo responder a estas preguntas. Las expresiones artísticas tiene un elemento de subjetividad muy importante, pues apela al corazón más que a la mente. Algo que se mueve en nuestro interior y que va en contra de la razón, de la lógica, y de lo que sabemos (o no) que es bueno o malo (en términos de calidad). ¿Ocurre lo mismo en literatura? ¿Se puede medir la calidad literaria de un libro, o es verdad aquello de “sobre gustos no hay nada escrito”?

alt="inspiración literaria, javierpellicerescritor.com"Una historia literaria nace siempre de la inspiración, ese vago espectro que a los escritores en ocasiones se nos antoja tan esquivo. Y la inspiración, tan personal, surge en principio de la mente, al igual que el aprendizaje y preparación técnica del autor en cuestión. De su experiencia vital, sus recuerdos, sus vivencias… Pero en algún momento dado, los límites empiezan a difuminarse y se confunden. La razón se mezcla con los sentimientos. Porque escribir tiene también un fuerte componente emocional. Y ya sabemos cómo son los sentimientos, tan irracionales, tan complicados de entender, de dominar.

Es por ello que hay libros que gustan a unos lectores pero no a otros. Historias que llenan a unos pero que a nosotros nos dejan indiferente, o incluso peor. Estoy convencido de que esta influencia emocional es la que más peso tiene a la hora de formarnos una opinión sobre una novela. Seguro que habéis leído alguna obra que, a pesar de sus carencias estilísticas, os ha enamorado. El argumento os ha tocado la fibra sensible, u os habéis sentido identificados con alguno de los personajes. Y no importa que el resto del mundo diga que esa novela es infumable, que está mal escrita, que no hay por dónde cogerla. Del mismo modo que desoís a quien dice que esa canción que no podéis dejar de escuchar es un producto de masas destinado a los 40 Principales.

alt="lectura entretenida, javierpellicerescritor.com"A esta cualidad de una obra la he dado en llamar como la parte lúdica. O sea, ese rasgo, ese algo, que casi incomprensiblemente hace que tras leer el libro en cuestión uno se quede satisfecho sin importarle sus carencias. Pondré un ejemplo: yo disfruté con la lectura de la trilogía fantástica “Crónicas de la Dragonlance” (un clásico del género), a pesar de que reconozco que en el apartado puramente técnico estamos ante una obra del montón, con un estilo muy ramplón. Pero la obra tenía una trama apasionante y unos personajes carismáticos, que la convertía en una lectura muy entretenida, capaz de mantenerme atrapado hasta concluirla. Arturo Pérez-Reverte dice que la literatura de calidad es aquella que hace que el lector no pueda dejar de leer, y que lo demás son milongas. No le falta razón.

Ahora bien, ¿hay criterios objetivos para considerar una novela como buena o mala, en el aspecto más puramente literario? Entraremos a fondo en esta reflexión en la siguiente parte del artículo, donde analizaré esos componentes básicos que otorgan la tan ansiada calidad.

Fuentes:

Entrevista a Arturo Pérez-Reverte en ABC

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