Seguimos repasando la lista de cómics superheróicos que han engrandecido al género en los últimos veinticinco años. Por mucho que Alan Moore se empecine en que no es así.
·Batman: ¿Qué le sucedió al cruzado enmascarado? (Neil Gaiman y Andy Kubert), 2009. En el título de este cómic vemos una clara referencia al Superman: ¿Qué le pasó al hombre del mañana? del protagonista del artículo, Alan Moore. La obra de Gaiman no deja de ser un homenaje al hombre murciélago abordando su propia muerte y lo que ello causa en el personaje (que es el narrador de su propio funeral). Batman asiste a la ceremonia en una especie de experiencia cercana a la muerte, y comprueba de primera mano las reacciones de sus amigos y enemigos, mientras reflexiona sobre sí mismo (como individuo y como icono) a la vez que habla con una misteriosa voz femenina. Contar la historia de la muerte de un personaje no es algo muy original, pero sí el modo en que lo hace Gaiman, con maestría y una emotividad poco común en un vigilante siempre tan oscuro como Batman.
·Ojo de Halcón (Matt Fraction y David Aja), 2013. La gran sorpresa del 2013 fue esta serie dedicada a uno de los personajes Marvel más querido por los seguidores de los Vengadores, pero más desconocido por quienes no lo son. Fraction y el vallisoletano David Aja pintan con una pátina de realismo a Clint Barton y crean una historia magnífica llena de particularidades del thriller junto con momentos divertidísimos. Huele al soberbio Nick Furia de Jim Steranko, a lo que ayuda la estética setentera. Una colección imprescindible.
·Marvels (Kurt Busiek y Alex Ross), 1994. Esta joya del cómic nos devolvía a los luminosos días del origen del Universo Marvel, con la llegada de los superhéroes a un mundo que parece más nuestro que nunca. El protagonista es Phil Sheldon, un joven reportero y fotografo que documenta la aparición de los «Prodigios», tal como él mismo llama a los superhéroes, desde principios de la década de los 40 hasta su jubilacion en los años 70. Pero lo magnífico de esta obra maestra es que sobre todo retrata las impresiones y el asombro que estos seres transmiten a la gente común. Y todo eso recorriendo los mejores momentos de la Historia Marvel. Esta obra, por sí misma, es el ejemplo perfecto de que se pueden hacer cosas originales y grandes en el género.
·Animal Man (Grant Morrison y varios dibujantes), 1988. El modo en que Grant Morrison cogió a un personaje menor de DC y lo reinventó es digno de admiración. La colección propia cobró una dimensión tal que se convirtió por derecho propio en un clásico moderno, con tramas muy elaboradas que llevaron a la serie a mantenerse a pleno nivel hasta 1995. Tramas elaboradas, marcos argumentales para quitarse el sombrero… y un personaje casi perfecto. Morrison creó un nuevo Buddy Baker con el que romper los límites tradicionales del género, sacándolo del retiro para demandar un hueco en una editorial repleta de iconos. Pero es que además el guionista transmitió mucho de su carácter al personaje (por ejemplo, su condición de vegetariano y su amor por la defensa de los animales), otorgando un trasfondo muy interesante a Baker. A mencionar su famosa rotura de la Cuarta Pared en su última etapa.
·Alias (Brian Michael Bendis y Michael Gaydos), 2001. Jessica Jones fue en su día una superheroína conocida como Jewel, e incluso formó parte brevemente de los Vengadores. Pero aquellos tiempos han quedado atrás. Una ahora amargada Jones vive al margen de las grandes aventuras de sus ex-compañeros, aunque aún mantiene vínculos con ellos. Es amiga de Carol Danvers, Ms. Marvel, y tiene una relación con Luke Cage. Por tanto, sus pasos no pueden desvincularse completamente de ese mundo. Así que decide abrir una agencia de detectives muy particular, dedicada a investigar casos relacionados con los héroes. Y algunos de estos encargos resultan ser bastante sórdidos. Con esta premisa tan interesante, Bendis nos mostró por primera vez los recovecos del Universo Marvel (como luego repetiría en Secret War), en una serie negra donde también tienen sus apariciones estelares personajes de gran calado como Spiderwoman o el Capitán América, aunque siempre alejados de su glamour habitual. Jessica Jones se convirtió con este cómic en uno de los personajes fetiches de Bendis (junto con Cage), que lo utilizó en proyectos posteriores como la serie Nuevos Vengadores o Jóvenes Vengadores. Sin embargo, para entonces, el carácter cínico de Jones se había suavizado para adecuarlo a su nueva posición.
En la siguiente entrada remataremos la lista con el último cómic que le da la vuelta a las declaraciones de Alan Moore. No os lo perdáis, porque os sorprenderá la ironía.
Fuentes:
http://www.theguardian.com/books/2013/nov/22/alan-moore-comic-books-interview
http://cultura.elpais.com/cultura/2014/01/22/actualidad/1390412516_018602.html